Corría el año de 1997: recién había entrado a estudiar al Tec de Veracruz y recién mi amigo Carlos me había enseñado a utilizar Microsoft Office.
Estaba haciendo un documento de MS Word y entonces, en cierto punto iba a cambiar la fuente de todo el documento y lo hice de la ùnica forma que sabía hacerlo: Me iba al comienzo del documento y de, pulsaba el botón derecho del ratón e iba bajando hasta el final del texto.
A mi lado tenía a mi amigo Gonzalo desesperado diciendo una y otra vez:
-Edición/Seleccionar Todo
-Edición/Seleccionar Todo
-Edición/Seleccionar Todo
Y yo, como buen necio que soy no le hice caso y así me tiré un documento de muuchisimas páginas. Ahora, mirando hacia atrás, pues esta pequeña anécdota me hace recapacitar que siempre hay que tener los oídos abiertos y ser humilde para aceptar las sugerencias de las otras personas.
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